Esgrima con fotocopias.
El arma era la fotocopia hecha un rollo (como cuando se hace para usarla de largavista) y el objetivo era que toque el ombligo del otro (lo improvisé ahí mismo y propuse las reglas mientras mis adversarios preparaban sus respectivas armas -> hojas que había que estudiar y que ya que las teníamos en las manos sin leerlas, les dimos otro uso mas divertido). Jugué dos partidas. Perdí las dos, la segunda 3 a 0. Pésimo, ¿cómo pude perder en un juego que inventé yo?. Y al final agregué la regla que salvaba mi orgullo; El que es tocado en el ombligo gana, y como yo había sido tocada 5 veces de 6, GANÉ! wiii (: