Como he sostenido en reiteradas ocaciones, estimado amigo Benjamín, el día que los boludos del mundo hagan una fiesta, estos dos reciben a los demás en la puerta, les sirven los refrescos, les ofrecen torta, encabezan el brindis y les limpias las miguitas de los labios.
Fue después de haber engañado a un Juez y su secretario para que le firmen unos papeles.

0 comentarios:
Publicar un comentario